Salud y alcalinidad

¿Cómo saber si tengo una buena salud?

Cuando hablamos de marcadores de salud, el antiguo paradigma nos manda un análisis de sangre. Y yo me voy a mi casa tan tranquila, porque todo me sale correcto… (comiendo mal, sin hacer deporte, estresada, expuesta a tóxicos…)

Esto da que pensar…

¿Cómo puede ser, que la mayoría de las personas  con las analíticas perfectas, están llenas de dolores, sintomatologías, incluso enfermedades como el cáncer?

Porque realmente los marcadores de salud, (en la mayoría de los casos) poco tienen que ver con unos análisis convencionales de sangre.

Los marcadores  que deberíamos medir sería:

• PH (equilibrio ácido/básico)
• Índice de hidratación
• Cándidas/parásitos
• Métales pesados y otros tóxicos en sangre
• Niveles de nutrientes (actualizados, no los que da la OMS)
• Microbiota intestinal

Hoy vamos a hablar de la alcalinidad que es sinónimo de  energía, salud, vitalidad, longevidad.

Hoy vamos a hablar de uno de los factores más importantes para mantener el terreno adecuado. Porque en el nuevo paradigma, no tratamos el síntoma, sino el terreno.

El premio Nobel de 1931 le fue otorgado a Otto Warburg por su investigación en la que demostró que en un medio alcalino, la enfermedad no puede desarrollarse. En sus estudios comprobó que una célula a la que se privaba de oxígeno durante 48 horas, se tornaba cancerígena.

La acidez o alcalinidad se cuantifica mediante el valor pH (potencial de hidrógeno), que se refiere a la concentración de iones de hidrógeno en una disolución acuosa. Cuanto más hidrógeno hay, más acidificación, y más oxígeno significa más alcalinización.

La escala de pH varía de 0 a 14. Son ácidas las disoluciones con pH menor que 7 y alcalinas las de pH superior a 7. En el cuerpo humano, el pH varía de una zona a otra. En el interior del estómago hay una acidez extrema (pH de 1,35 a 3,5) a fin de favorecer la digestión.

Sin embargo, las paredes del estómago, para protegerse, tienen un pH alto (hasta 8). El pH de la piel va de 4 a 6,5, lo que proporciona un manto ácido que actúa como protección frente a hongos y bacterias. En la vagina, un pH de 4,7 mantiene la flora en equilibrio.

El pH sanguíneo es una constante que muy pocas veces se altera de manera importante. Nuestro organismo tiene mecanismos que equilibran de manera instantánea ese pH. Una acidificación en sangre es un estado grave, y solo sucede en casos muy extremos.

Se considera un pH normal en la sangre el que oscila entre 7,35 y 7,45, es decir, ligeramente alcalino. Los mecanismos de regulación del pH en sangre, requieren de ciertos minerales para que puedan llevarse a cabo. Literalmente, un estilo de vida acidificante no acidifica la sangre, pero nos está robando minerales de los que ingerimos en nuestro día a día, o bien los que tenemos almacenados.

Las poblaciones del planeta más longevas y donde la gente se mantiene joven y activa hasta edades muy avanzadas, coinciden en un estilo de alimentación alcalino.

El medio en el que vivimos y los alimentos que ingiere gran parte de la población hoy en día favorece la acidificación. Dietas cargadas de azúcares, bebidas carbonatadas, harinas, carnes y lácteos, medicamentos, alcohol, tóxicos en alimentos, agua y ambiente, el humo que respiramos, estar alejados de la naturaleza, el estrés, la falta de oxigenación por malos hábitos respiratorios, acidifican nuestro organismo.

¿Por qué alcalinizar?

• Tendremos un ambiente muy poco favorable para virus y bacterias nocivos. 
• Tendremos más vitalidad
• Sistema inmune fuerte
• Prevenimos afecciones como la osteoporosis
• Favorece el quilibrio hormonal
• Reducción de peligro de enfermedades cardiovasculares
• Adelgazamos con más facilidad
• Reducimos riesgo de diabetes
• Equilibrio de la presión arterial
• Prevención de cáncer
• Mejor regeneración celular
• Menos oxidación, más longevidad
• La dieta alcalina es muy detoxificante

Herramientas para alcalinizar

• Alimentación alcalina. Que al menos el 70%-80% de tu alimentación sea de muy alcalinizaste a medianamente alcalinizante. Los alimentos que más alcalinizan son los verdes, por eso un zumo verde (sin fruta) por la mañana es un elixir alcalinizante que deberíamos tomar a diario.

• Desintoxicando tu cuerpo. Las toxinas son ácidas y favorecen la aparición de cándidas que acidifican aún más. Haciendo protocolos con complementos específicos para eliminar toxinas de sangre y para depurar órganos que favorezcan un terreno alcalino.

• Complementos y superalimentos alcalinos: mi marca favorita www.alkalinecare.com  . Su producto estrella la clorofila líquida. Tenéis descuento del 15% en toda la web con el código UNIVERSOCRIS. También el CDS o MMS es un potente alcalinizador ya que aporta oxigeno, además de otros numerosos beneficios para nuestro terreno. Aquí un estudio sobre su eficacia

• Respiración consciente. La respiración profunda oxigena y por tanto alcaliniza, gracias a la cantidad de oxígeno que existe en la sangre. Aquí tienes un tipo de respiración para alcalinizar
  • Coloca cuatro dedos bajo tu ombligo, al inhalar deberás sentir cómo se infla tu estómago hasta tu último dedo.
  • Inhala profundo durante un 2 segundos.
  • Mantén la posición por 4 segundos aguantando el aire.
  • Exhala profundo durante 2 segundos más.

También es muy efectiva la respiración tipo Wim Hof a través de la hiperventilación controlada.

• Agua alcalina. Podemos alcalinizar uno o dos vasos de agua al día con la jarra alkanatur, a la vez que la vitalizamos. ambién tenéis descuento aplicando el cupón: ELUNIVERSODECRIS. Normalmente el agua tiene un PH neutro, y si es del grifo o incluso embotellada, al tener tóxicos, tiende a acidificarse.

• Deporte: el ejercicio físico pone en marcha nuestro sistema linfático y oxigenamos la sangre. La acidez en el organismo. Con el ejercicio físico y especialmente con el ejercicio aeróbico o cardiovascular oxigenamos nuestro organismo y se eliminan las sustancias ácidas como toxinas, bacterias y desechos expulsándolos del organismo.

• Contacto con la naturaleza, y caminar descalza: la naturaleza está cargada de oxigeno y de iones negativos, a diferencia de las ciudades que hay menos oxigeno,  contaminación ambiental, electromagnética y en general un entorno cargado con iones positivos que favorece la acidificación.

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¡Feliz primavera y feliz detox!