¡¡¡Estamos en primavera!!! Y eso significa que ha llegado uno de los momentos  más importantes del año en cuanto a depuración. El hígado es la planta química del cuerpo humano, y el órgano depurador por excelencia. Si no cuidamos y mantenemos en perfecto estado nuestra planta depuradora principal, el desequilibrio en la salud es evidente. 

Toda la sangre que sale del aparato digestivo, estómago e intestino, va al hígado. Ahí se va a producir una gran filtración de todos los tóxicos que hayan podido entrar a través del aparato digestivo.

La depuración hepática también incluye la vesícula, órgano compañero y ayudante del hígado en la función digestiva. Y a nivel emocional, el hígado se asocia con las emociones de ira y frustración. La expresión excesiva o su represión indican un desequilibrio del sistema hepático.

Con un sistema de hígado que fluye adecuadamente, las articulaciones estarán sanas, los ojos brillantes, y la energía del cuerpo (físico y emocional) fluirá libremente

Funciones del hígado

Hasta 500 funciones realiza el hígado junto con la vesícula, en tareas digestivas, enzimáticas, almacenamiento de nutrientes y depuración de tóxicos.

El hígado es un regulador de las sustancias químicas de la sangre y excreta la bilis, que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción.

Toda la sangre que sale del estómago y de los intestinos atraviesa el hígado. El hígado procesa esta sangre, separa sus componentes, los equilibra y crea los nutrientes para que el cuerpo los utilice.

También metaboliza los medicamentos y sustancias químicas y principios activos de plantas presentes en la sangre para que sean más fáciles de utilizar por el cuerpo. Se han identificado muchas funciones vitales del hígado.

Algunas de las funciones más conocidas incluyen las siguientes:

• producción de bilis, que ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión
• producción de algunas proteínas
• producción de colesterol y proteínas que ayudan a transportar las grasas por todo el cuerpo
• metaboliza carbohidratos, grasas y proteínas
• es un almacén de glucógeno, si no hay glucosa en sangre, este glucógeno es el que primero se utiliza para generar energía.
• es un almacén de hierro y de las vitaminas A, B12, D, E y K
• convierte el amoniaco nocivo en urea para luego ser expulsada por los riñones
• filtra medicamentos, alcohol y otras sustancias nocivas de la sangre
• regula la coagulación de la sangre
• produce algunos factores inmunitarios y filtra bacterias del torrente sanguíneo
• equilibra los niveles de bilirrubina

La vesícula almacena la bilis que crea el hígado, y que es utilizada para metabolizar las grasas que ingerimos.

¿Necesito una limpieza hepática?

En los pequeños canales hepáticos se acumulan durante años piedras o cálculos. Hay un mito extendido de que las piedras solo se producen en la vesícula. La realidad es que si hay piedras en la vesícula, los canales hepáticos las tienen también en mayor medida.

La medicina alopática no reconoce estos cálculos en el hígado, pero la evidencia está en el resultado después de hacer una limpieza hepática profunda. 

Estas piedras no aparecen tan claras en una ecografía como en la vesícula, órgano muy pequeño y en el que cualquier mínimo cálculo aparece con claridad. El hígado es un órgano grande y estas piedras se alojan en sus canales interiores. 

La bilis es un líquido que segrega el hígado y que apoya la digestión para la asimilación de grasas sobre todo y otros nutrientes. 

El estancamiento de esta bilis está producido por exceso de azúcares en la dieta, dietas exentas de grasas, tomar alimentos y bebidas muy frías, alcohol, medicamentos, tóxicos químicos, emocionalmente por rabia contenida.

Todos necesitamos una limpieza hepática periódica (lo ideal es hacerla dos veces al año) para que todas las funciones que nombramos antes se realicen de forma correcta.

La obstrucción de los conductos hepáticos puede producir muchos síntomas, entre ellos:

• Falta de apetito
• Trastornos digestivos
• Diarrea y estreñimiento
• Hemorroides
• Dolor en el costado derecho
• Ciática
• Dificultad respiratoria
• Malhumor continuo
• Depresión
• Impotencia
• Problemas urinarios
• Enfermedades de la próstata
• Ojeras
• Capsulitis en los hombros
• Adormecimiento de las piernas
• Insomnio
• Cabello graso y alopecia
• Rigidez muscular y articular

Beneficios limpieza hepática

• Mayor energía
• Menor volumen, pérdida de líquidos retenidos
• Desinflamación.
• Digestiones más ligeras
• Piel más limpia
• Mayor lucidez mental
• Descanso más profundo
• Bajada de peso y eliminación de grasa acumulada
• Mejor asimilación de grasas
• La musculatura se desarrolla con mayor facilidad

Hay dos tipos de limpiezas hepáticas:

• Limpieza leve: tomando durante una a tres semanas:
  • alimentos específicos para depurar el hígado (alimentos verdes y amargos, hojas verdes, alcachofas, brócoli, nabo pepino apio, en general los alimentos crudos, germinados, fermentos)
  • hierbas para el hígado (cardo mariano, diente de león, rábano negro, alcachofa…)
  • una alimentación baja en grasa, alta en crudo, vegetal, limpia y bien combinada.
  • Evitar alimentos procesados, de origen animal, grasas saturadas, alcohol, lácteos…

• Una limpieza profunda, conocida con el nombre de Limpieza de Andreas Moritz, por ser quien la difundió en occidente. Este protocolo nos permite expulsar los cálculos biliares, y requiere cierta preparación previa. Además no se puede realizar en caso en de no tener vesícula o tener alguna disfunción en este órgano.

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¡Feliz primavera y feliz detox!