El Universo de Cris

DETOX INTESTINAL Y FLORA BACTERIANA

En el artículo anterior, hablábamos de los diferentes tipos de depuración,  y como comenzar. Sin duda lo ideal es primero tratar el intestino.

La importancia de una buena salud intestinal no sólo va a influir en nuestras digestiones o capacidad de absorción de nutrientes. En nuestro intestino se aloja nuestro segundo cerebro y uno de los pilares fundamentales de nuestra inmunidad y nuestra salud hormonal.

Nuestro intestino es un complejo ecosistema donde conviven cientos de especies de bacterias, que se reparten el espacio en el que vivir y los nutrientes que necesitan. Viven en equilibrio y desarrollan funciones para su propio beneficio, pero también para el nuestro.

Cada tipo de bacteria necesita un determinado nutriente, y algunas son más sensibles a no poder desarrollarse correctamente debido a factores externos o bien por no encontrarse en un espacio adecuado para ellas.

Alimentación con tóxicos, acidificación, cloro, metales pesados, medicamentos, situaciones emocionales que alteran químicamente el espacio intestinal, son factores que influyen en que esa armonía y equilibrio se rompan.

Ahora se ha puesto muy de moda tomar probióticos como kombucha, kefir o chucrut. Y está fenomenal, pero no es suficiente meter más bichicitos si hay mucha suciedad (deshechos metabólicos, deshechos parasitarios, costra colónica, mucosidad, cándidas, parásitos..)

Por eso lo ideal primero es sellar mucosa intestinal, luego hacer una buena limpieza tanto de intestino delgado como de grueso, y después repoblar con probióticos.

Este proceso es precisamente el que estamos llevando a cabo en el Club Detox. Así que te esperamos para hacer en comunidad el protocolo y que puedas experimentar todos los beneficios de tener un intestino sano y de limpiar el resto de órganos que también afectan de manera directa a la salud intestinal. Además vas a aprender e integrar hábitos de higiene corporal que podrás aplicar para siempre, así como cuándo utilizar ciertos complementos o alimentos funcionales etc.

FLORA BACTERIANA

Las bacterias llegan a nuestro intestino ya desde el momento del parto, pues los microorganismos que forman parte de la flora vaginal de la madre pueden llegar a través del aparato digestivo hasta los intestinos del bebé. Es por eso que la flora bacteriana vaginal de la mujer tiene también tanta diversidad de microorganismos.

Posteriormente y a través de la lactancia, la alimentación y la exposición al medio exterior, vamos recibiendo todas las comunidades bacterianas que acabarán conformando nuestro microbioma intestinal.

No hay dos personas que tengan la misma flora intestinal. Cada uno de nosotros tiene unas poblaciones bacterianas determinadas en una cantidad y distribución únicas. La microbiota intestinal de cada persona es tan exclusiva como nuestros propios genes.

A lo largo de nuestra vida vamos moldeando las comunidades bacterianas de nuestro intestino. La temperatura corporal, el pH, medicamentos, humedad, alimentos, emociones, incluso el clima exterior, son factores, junto con nuestra genética, que determinan cómo es nuestra flora bacteriana.

Es un gran ecosistema vivo que en función del alimento que le demos puede convertirse en un vergel, o en un vertedero. Y esto es literal. Los tóxicos, alimentos no fisiológicos, alcohol etc alteran nuestro microbioma, y los microorganismos se convierten en patógenos, en vez de en beneficiosos.

El objetivo principal de la flora intestinal es garantizar la salud digestiva, y por lo tanto de todo el resto del cuerpo, de la persona dentro de la que se encuentran. Convivimos en simbiosis con nuestras bacterias. Ellas están interesadas en que su hogar esté en las mejores condiciones posibles y desempeñan funciones que a nosotros nos benefician.

Las últimas investigaciones muestran ya que la mayoría de las enfermedades autoinmunes, procesos alérgicos, problemas digestivos generales, déficit de vitamina D, algunos tipos de cáncer, autismo infantil, asma, celiaquía, síndrome de intestino irritable, obesidad, tienen en común un desequilibrio de la flora bacteriana.

El microbioma intestinal ya se ha denominado nuestro segundo cerebro. La mayor parte de la serotonina, hormona de la felicidad, se genera gracias a las bacterias intestinales.

Depresión, y muchos trastornos psiquiátricos, se han comenzado a tratar ya con microorganismos regeneradores intestinales.

¿QUÉ FUNCIONES DESEMPEÑA?

  • Función digestiva. Favorecen el movimiento intestinal, facilitando la circulación de nutrientes, ayudando en esa absorción, y evitando que se produzca una putrefacción de esos alimentos.hh
  • Sin determinadas bacterias, habría problemas para la absorción de minerales tan fundamentales como hierro y calcio. Son esenciales en la absorción de nutrientes
  • Descomponen alimentos en unidades más pequeñas para facilitar su absorción.
  • Son capaces de producir vitaminas como la K2, fundamental para la absorción de vitamina D.
  • Sintetizan ácidos grasos para convertirlos en energía.
  • Nos protegen contra otros patógenos y microorganismos no tan amistosos, que quieren colonizar el intestino.
  • El 70% de nuestro sistema inmune está en la flora bacteriana intestinal.
  • Tienen una relación muy directa también con la salud de nuestra piel.
  • Influyen en la pérdida o ganancia de peso corporal. En casos de sobrepeso se ha descubierto que hay unas determinadas bacterias que han proliferado en exceso, y sus “contrarias” tienen una población menor.
  • Producen la mayor parte de serotonina, un neurotransmisor que controla las emociones y el estado de ánimo

Para cuidar de nuestra flora es imprescindible mantener un terreno donde las bacterias buenas proliferen, y por tanto una alimentación basada en plantas, antiinflamatoria, ecológica, hacer protocolos depurativos , tener una correcta gestión emocional y tomar alimentos prebioticos y probióticos.

Los prebióticos es el alimento de las bacterias y están en los vegetales como el ajo, la cebolla, las alcachofas, y en las verduras almidonadas, legumbres y cereales cuando los cocinamos y dejamos enfriar, ya que es cuando se genera el almidón resistente. También podemos tomar prebióticos como la ilumina o el psylium.

Los probióticos es directamente tomar las bacterias, y puede ser en forma de complemento. Yo recomiendo sin duda los microorganismos regeneradores, que es una mezcla de varias cepas que actúan en simbiosis. Y todos los alimentos fermentados como el miso, tamari, chucrut, kombucha, kefir, yogurt…

Lo bueno de sanar el intestino es que desde el primer mes, vas a notar los resultados. Tenemos ya un montón de testimonios en el Club Detox que podrás ver en el grupo cuando te unas. Además tanto yo como Javier, terapeuta integrativo damos soporte diario para resolver cualquier duda individual.

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