Crudivegana de ejecutiva a universitaria.

Como os conté en el artículo haz de tu talento tu pasión, he dado un giro al rumbo de mi vida para dedicar todo mi tiempo, energía y esfuerzo a lo que me apasiona, la alimentación y la vida sana. El otro día hablando con un amigo, lo definió muy bien, cuando algo te quema por dentro. Cuando arde fuego dentro de ti, ahí es donde  hay que focalizar la energía, desarrollar la habilidad y activar la dinamo que une el poder del cerebro y la fuerza del corazón.

Hoy es mi último día de trabajo en la redacción de Terra. Dejo mi zona de confort, mi puesto de trabajo de ejecutiva agresiva como dicen mis amigos, mi sueldo a fin de mes, mis horarios fijos, mis reuniones con clientes, mi propuestas publicitarias… para volver a la universidad y aprender la ciencia y tecnología de los alimentos.  Doy gracias a estos años por las personas maravillosas que se han cruzado en mi camino y todo lo que he aprendido sobre el espectacular universo digital.

Muchos me dicen que mi forma de entender la alimentación y la salud, y la oposición a esta industria,  van a chocar al integrarme en ella. Y yo les digo que por supuesto, y que precisamente  la  mejor manera de cambiar algo es desde dentro. Necesitamos nutricionistas, médicos, profesionales de la industria alimentaria y del deporte,  científicos,  periodistas, cocineros, y en general prescriptores de este sector con una  visión crítica y un espíritu revolucionario, que quieran construir un modelo nuevo, sostenible, saludable, ético  y coherente. Quizá tú puedes ser uno de ellos.

Probablemente hay muchas cosas con las que no esté de acuerdo en la universidad, pero es necesario conocer como  funciona  el sector, y por supuesto tener una base científica para poder demostrar  y comprobar  muchas teorías  (me siento como una agente crudivegana encubierta, jejejeje) Hay muchos intereses  creados, mucho desconocimiento y mucho trabajo por hacer, así que se avecina un precioso reto por delante.  Hay que desmontar la industria y muchos paradigmas en cuanto a la alimentación y la salud. Necesitamos profesionales, pero también consumidores conscientes y seres humanos responsables que estén dispuestos a cambiar hábitos, a tener una mente abierta y  optimista  para unirse a esta  r-evolución. Es  nuestro deber hacer que lo ético sea rentable. Informarnos  y actuar en consecuencia, por nosotros mismos y por el planeta.

Bueno, que me voy por las ramas, realmente lo que quería deciros en este post, es que se puede ser crudivegana, y vivir en sociedad, trabajar en una oficina, salir de fiesta,  viajar, y no sentirte como un bicho raro.  Es verdad que hay muchos hábitos que hay que cambiar, y mi pregunta es ¿por qué tenemos tanto miedo a los cambios? ¡Son geniales!  Y ¿por qué tenemos que hacer lo que todo el mundo? A veces, ir  a contracorriente y actuar según tu propio criterio es muy enriquecedor.

Y sobre todo, da igual sentirse juzgado si sabes que estás haciendo lo correcto. Además, pregúntate ¿quién te juzga? A veces es un halago el sentirse criticado. No se trata de convencer, ni de intentar imponer ideas, pero con nuestro ejemplo estamos despertando, y sembrando a nuestro alrededor. Cuando la gente te ve tan bien físicamente, alegre, con energía, salud y brillo en los ojos, se pregunta, ¿igual esto de comer crudo va e ser bueno? 😉

Con todo ello quiero animaros a que se puede cambiar de hábitos alimentarios y de consumo muy fácilmente, independientemente de dónde trabajes o tu estilo de vida.

•  Compra ecológico o a un proveedor local. Se puede pedir por internet o apuntarte a un grupo de consumo. Se acabó ir a la compra con listas infinitas de latas, congelados, envasados,bollerías y demás  antinutrientes tan perjudiciales para nuestra salud.

• Llévate tu propia comida al trabajo. Yo desayuno en casa un green smoothie o fruta, y al trabajo me llevaba fruta para comer o una ensalada. Si no, la compraba en la frutería. Por suerte tenía cerca una tienda ecológica de confianza. Mucho más sencillo que pasarte la noche anterior cocinando.

• Cambia los refrescos y el alcohol por zumos de fruta, infusiones, agua con limón, zumo de tomate. Siempre llevo fruta en el bolso para cuando quedamos a tomar algo y me entra hambre.

• Haz deporte. En este post explico cómo practicarlo sin darte cuenta. Yo he vuelto a salir por la mañana a correr y es como una inyección de energía para comenzar el día. El deporte motiva a llevar una alimentación sana. Si tienes horario de oficina, a medio día es ideal, así te evitas comer fuera y ahorras en dinero y salud.

• Relacionate con gente con tus mismos intereses. Hoy en día con internet se puede conocer gente nueva, compartir experiencias, resolver dudas, obtener información e inspiración sobre cualquier tema. Hay miles de blogs, grupos de facebook, foros….Os animo a que os unais al grupo RAW VEGAN SPAIN, el mayor grupo de habla hispana de crudiveganismo con más de 15.000 miembros, donde colaboro como administradora. Es una gran escuela donde compartimos información sobre crudiveganismo, alimentación sana, salud, recetas…

• Los pequeños cambios de todos, son los grandes progresos.

Que sí, que a veces la ciudad no inspira, pues ya estás tú para inspirar a la ciudad.  Ya sé que todo sería más fácil  si viviésemos en el campo, con un huerto propio, dedicándonos a nuestras labores,  despertándonos con el canto de un pájaro y brisa en nuestra mejilla, pero plas, plas ¡despierta! Yo por lo menos vivo en la ciudad, y me encanta, aquí es imposible aburrirse, hay oportunidades, miles de personas con las que conectar, aprender, actividad cultural, música, ocio… Y es aquí donde más cambio se necesita. Hay miles de opciones para elegir, y entre ellas también están las saludables. Es tu decisión, ¿te unes al cambio?

En octubre empiezo la universidad así que ya os contaré como se las ingenia una crudivegana en el campus. ¡Feliz fin de semana!