Hablemos de marketing y de espiritualidad, queridas.

Porque… oooh yeeeah, por fin estamos en la era, en la que, estamos dando paso a una nueva realidad, donde estamos integrando, lo que en el viejo paradigma parecía opuesto.

El marketing del pasado era empuje, forzar, engañar, presionar, objetivos, y resultados por resultados.

Ahora el marketing nos da la posibilidad de atraer a los clientes que vibran con nuestra frecuencia, tener visibilidad para llegar a miles de personas con nuestro producto, servir más, ayudar más, expandirnos más, y hacer crecer nuestros negocios conscientes para crear una mejor realidad para nosotras y para el mundo.

Estamos en la era de integrar el sagrado femenino y el masculino, la energía ying y yang, los negocios y la consciencia, el dinero y los valores, la intuición y la razón, el corazón y el intelecto, y el marketing y la espiritualidad.

Propósito SI, con una buena estrategia detrás para materializar aquello que nuestra alma desea y cumplir con la misión por la cual estamos aquí.

Estrategia

Si  no tenemos estrategia en nuestro negocio vamos dando palos de ciego, probando acciones sin ningún criterio,  sólo porque vemos que otra persona ha hecho un reto, o ha lanzado un tipo de curso etc…

Y es que hay decenas de cosas que podemos hacer para tener visibilidad y vender nuestros productos y servicios, y todas funcionan si hay una estrategia y un por qué detrás: contenido orgánico, lanzamientos, directos, eventos… Al igual que hay numerosas posibilidades en cuanto a formato y tipo de tu producto: cursos, membresía, mentoría, programas grupales etc…

Y realmente todo puede funcionar, pero tenemos que elegir la estrategia adecuada según nuestro momento tanto vital como de negocio.

Las acciones que se pueden hacer en una empresa, son infinitas, pero según la fase en la que estés (como persona y como empresa), y por tanto los objetivos, elegiremos unas u otras.

Podríamos diferenciar 4 fases, en las cuales los objetivos son distintos y por lo tanto las estrategias en cuanto a producto, precio, lanzamientos, redes sociales, inversión, equipo… Por supuesto que cada tipo de negocio tiene sus particularidades, un punto de partida específico y una visión individual que también va  a condicionar lo que hagamos.

• Fase 0: tengo una idea, pero no he dado ningún paso.
• Fase 1: he dado mis primeros pasos, he conseguido algún cliente y tengo al menos un producto o servicio que ofrecer
• Fase 2: soy profesional avanzado, con experiencia, casos de éxito y mi negocio crece.
• Fase 3: facturo pero necesito estructurar mi negocio para aumentar la rentabilidad y seguir creciendo.

En cada fase se sostiene un tipo de energía, se necesita aprender diferentes habilidades, superar retos distintos…

En otro post, explicaré las estrategias para cada fase de tu negocio. Pero si quieres saberlas ya, mañana hago un directo donde me explayaré con este tema. Veo demasiadas emprendedoras desperdiciando su energía por no ir en la dirección adecuada. Puedes apuntarte gratis aquí.

Marketing espiritual

Y del mismo modo que sin estrategia es muy difícil que avancemos, tampoco sirve de mucho una estrategia, si no está alineada con nuestra esencia, alma y propósito, y si no sabemos manejar la parte energética y cuántica del proceso. A esto lo llamo marketing espiritual.

Por un lado usar el marketing para servir, y expandir nuestro propósito

Y por otro lado, desde esa intención, trabajar nuestro campo energético, y tomar las decisiones y acciones desde el propósito.

Entonces los resultados son consecuencia de estar alineados con lo que somos, con lo que comunicamos, con lo que nuestra alma quiere y con nuestra misión.

El viejo paradigma los resultados generaban estrés, ansiedad, desgaste y cansancio. En el nuevo el hacer está conectado con el disfrute, la creatividad y la trascendencia.

Atraemos lo que somos y en función de nuestra vibración y de los bloqueos que tengamos en el inconsciente, vamos a tener más o menos ventas, atraer un tipo de personas, bloqueos con la tecnología, desafíos económicos..

Para trabajar el SER y el campo energético necesitamos

• Estar conectados con nuestros valores y operar siempre desde ellos, para que nuestras decisiones nos hagan sentir paz y coherencia
• Tener clara nuestra misión, y que nuestros productos tengan la intención de servir.
• Visión: qué quiero para mi, mis clientes, y el mundo. Y desde ahí establecer mis objetivos.
• Estar disfrutando con lo que hacemos para tener una vibración elevada basada en el amor y placer.
• Poner el foco en ayudar y en ofrecer y vender tu producto desde el corazón.
• Conocer mi proceso y el punto en el que estoy para saber qué puedo sostener en cada momento. La energía que se mueve en cada fase es muy diferentes, y cuánto más crecemos, más alumnas tenemos, más tenemos que sostener, por lo que debemos estar preparadas.
• Identificar si hay creencias que estén bloqueando aspectos de nuestro negocio (con el dinero, la tecnología, el merecimiento, la abundancia, la acción, las relaciones con mi equipo,
• Identificar si hay bloqueos emocionales que me impiden conseguir objetivos o me hacen vivir determinadas situaciones (miedo, ansiedad, bloqueo creativo, síndrome impostor…)

De esta manera, con el marketing espiritual, estamos  potenciando todas las acciones de marketing,  creando una base energética de alta vibración para que atraigamos y seamos un imán. Entonces no hay que hacer tanta fuerza en el proceso de marketing, ni gastarte miles de euros en lanzamientos.

Optimizamos el proceso, y con menos gente tenemos más resultados, porque están más cualificados, entre otros beneficios.

Desde ahí el tipo de marketing que se hace es diferente, porque está totalmente alienado con nuestra esencia.

Por eso siempre digo que no valen las fórmulas de corta pega para todos, porque tu producto tiene que resonar contigo, porque cada palabra que dices en un directo tiene que fluir desde tu alma, y cuando haces la venta y ofreces tu don, el foco siempre va  estar puesto en servir.

Y entonces los resultados nos generan más confianza, se dispara nuestra creatividad y nuestras ganas de seguir para adelante.

Y entonces la magia se expande y nuestro poder creador se multiplica.

Por el contrario, cuando hacemos mucho esfuerzo y no tenemos resultados, nuestra energía y motivación baja y atraemos menos resultados.

Muchos emprendedores planifican el año con los productos que van a lanzar, las campañas de publicidad y todas las acciones y estrategias, sin tener en cuenta que el 70% de nuestras vidas y negocios es energía.

Esta genial hacer un plan financiero y de objetivos, pero han de estar alineado con las dimensiones intangibles.

Vivan las ideas y creatividad, pero si tenemos en cuenta los programas universales del mundo para conectarnos con lo que necesita.

Estamos en el mejor momento para lanzar nuestros emprendimientos conscientes, para hacerlos florecer, crecer y ayudar a los miles de seres humanos que se encuentran perdidos en esta transición al nuevo mundo.

¡Te espero mañana 12 de abril en el directo que daré a las 21 h (hora española) para seguir profundizando en este tema y para darte herramientas para cada fase de negocio. Pincha aquí para para apuntarte