DISEÑA TU VIDA IDEAL EN 10 PASOS

Propósito vital

Planificar, organizar, agendar, metas, objetivos, estrategias, orden… ¿verdad que son palabras que a menudo nos causan rechazo? Hemos asociado el orden con las normas , con la disciplina, la perdida de libertad…  Porque hemos incorporados esos términos impuestos desde fuera, por nuestros padres, profesores, sociedad… Sin embargo no hay mayor libertad que decidir de antemano lo que quieres hacer en tu vida, tus deseos del corazón, y así lograr tu felicidad y la realización.

O quizás son términos que nos producen agobio, ¿verdad? Esto sucede porque estamos viviendo vidas que no nos hacen felices, y preferimos no pensar en todo lo que tenemos que hacer para conseguirla. A eso se le llama miedo a salir de nuestra zona de confort. Y falta de responsabilidad. Pero que paradoja, porque de confort, tiene poco. Preferimos la comodidad de lo que no nos gusta, a la incertidumbre de un universo infinito de posibilidades. Así que tranquilos porque ya llevamos años y años dejando que nuestras creencias limitantes decidan por nosotros, gracias a lo cual hemos aprendido un montón, pero ya es hora de tomar las riendas de nuestra vida, y poco a poco ir haciendo cambios que nos lleven a vivir la vida que queremos, con responsabilidad y libertad.

Es sorprendente que no nos enseñen en la escuela algo tan básico como hacernos un plan de vida. A encontrar nuestros talentos, desarrollar nuestras pasiones, conocernos, y así diseñar objetivos y estrategias para cumplir nuestros sueños en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Y por ello, tarde o temprano, nos llega la crisis  crisis existencial, que nos va a obligar a hacernos esas preguntas que nos teníamos que haber hecho hace mucho tiempo, y que se resumen en ¿qué quiero yo realmente? ¿Cuál es mi propósito vital, mi misión? Porque desde esa cima, vamos a trazar los demás planes de acción y estrategias anuales, mensuales, semanales y diarias… Si nuestro enfoque no es el adecuado, todo lo que estamos viviendo en el día a día no nos lleva a nuestra misión y por lo tanto no nos hace felices.

¿Tu vida tiene sentido?

Prueba de que no estamos en el camino adecuando es la sensación de vacío, ansiedad, estrés, nervios, falta de motivación, pérdida de tiempo… Cuando tomamos las decisiones adecuadas (de acuerdo con nuestra esencia y propósito), la sensación es de paz, de dicha y de alegría. De confianza, aunque haya incertidumbre, porque no hay mayor logro que amarnos y por lo tanto ser coherentes con nosotros mismos. Todo lo que nos pasa, y sentimos, tiene una causa, es una expresión externa de una condición interna.  Por ello, si aplicamos consciencia, podremos identificar que es aquello que nos preocupa, y así trabajar sobre ello.

No hay mayor vacío que vivir con falta de significado y de objetivo. El ser humano necesita sentir que tiene un motivo para estar vivo, de tener significado en la vida. Somos felices cuando avanzamos progresivammente en una dirección concreta. Cuando tenemos un ideal o meta, sino vamos a la deriva. Esto nos da poder, dirección, impulso, felicidad, energía, entusiasmo a nuestras vidas. Los momentos importantes de nuestra vida, son aquellos en los que hemos logrado algo.

Tiempo para planificar

Por ello yo ahora te voy a proponer que seas tú el único responsable de establecer tus sueños, que se van a convertir en tus objetivos de vida, en tu propósito. Para ello necesitarás tiempo para pensar, reflexionar, conocerte, hacerte preguntas… Precisamente es el tiempo que menos dedicamos a nosotros mismos. Vivimos  inmersos en multitud de tareas, corriendo de aquí para allá, estresados, perdidos en la acción, sin previa planificación .Y es que el tiempo que dedicamos a pensar es el mejor invertido, porque nos va a permitir dar el rumbo y la dirección a nuestra vida, para luego ejecutar las acciones que van de acuerdo con ese plan superior, con nuestra misión. Así que recuerda esta idea: debemos dedicar tiempo a planificar, y tiempo a hacer. Para que nuestras acciones sean productivas y nos lleven a conseguir todos nuestros sueños!

Detrás del concepto de tiempo, hay mucho más que una simple organización de tareas. El tiempo es tu vida. Por lo tanto si no estableces prioridades y no le dedicas el tiempo a lo que realmente quieres y te hace feliz, no estás viviendo tu vida ideal. Por eso hay que empezar desde lo más alto, desde esa misión de vida, desde tus sueños y propósitos, para ir desglosándolo en objetivos anuales, mensuales, semanales y diarios.

Tú última semana o mes, es un reflejo de tu vida, ¿realmente estás viviendo la vida que deseas? Si no es así, ya tienes un motivo para pararte a pensar lo que quieres de verdad. No olvides que somos los únicos responsables de nuestras vidas y felicidad. No podemos esperar a que de repente algo externo suceda y nos cambie esa situación que no nos gusta. Dejemos ya de excusas, de hoy no es un buen momento, no tengo suficiente dinero, tiempo, energía… Siempre va a haber algo de lo que quejarse, pero ya sabes que esa no es la manera de que se produzca el cambio. Sólo esta en ti, así que ¡a por ello! Sigue estos 10 pasos y comienza a cumplir tus sueños

1. Créalo en tu mente

El cambio primero ha de producirse en tu mente, con una idea, un sueño, un deseo. Y por supuesto creer que es posible. Las creencias funcionan así. No os imagináis el poder que tiene nuestro cerebro y la mente para construir la realidad. Si no lo piensas es imposible que suceda. Al traerlo a la mente vamos a posibilitar de que se nos ocurran más ideas, es decir el cómo lo vamos a lograr. Y empezaremos a crear en nuestra mente un montón de posibilidades que no habíamos contemplado. Los pensamientos crean la realidad, por un lado a nivel energético lo estamos atrayendo, y por otro vamos a empezar a generar las acciones el el plano físico para conseguirlo. No me digáis que no os ha pasado cuando descubrís un nuevo tema, o estáis en un proyecto, conocéis a gente afín, os recomiendan un libro, y de repente se empiezan a crear oportunidades y a materializar los hechos.

2. Escríbelo

Y tras crear nuestra meta en la mente, hemos de escribirlas. Esto además de afianzarlas, crea compromiso. De forma clara y específica, con todo detalle, con palabras intensas, cargadas de emoción, para que nuestro subconsciente lo acepte rápidamente. La escritura es una herramienta potentísima para conseguir resultados, nuestro éxito en la vida y nuestra felicidad. Pero también para indagar en nuestro subconsciente, para tomar consciencia de aspectos que no hemos tenido en cuenta, para bajar a la tierra las ideas, para conocernos…

3. ¿Lo quiero realmente?

Luego hemos de preguntarlo por qué lo deseamos. Esto nos va a ayudar a clarificar si realmente es una meta que viene desde nuestro corazón, o vienen impuestas de fuera. Es decir, si decidimos desde el amor o desde el miedo. Todos nuestros pensamientos, decisiones y acciones podemos tomarlas para crear, disfrutar, compartir (amor), o para evitar aquello que no nos gusta, no queremos, rechazamos (miedo). No tenemos que hacer nada en nuestra vida, sólo aquello que queremos, no lo que quieren nuestros padres, la sociedad, tu pareja… Es muy importante que seamos coherentes con nosotros mismos, y que indaguemos en las razones verdaderas, que además se van a convertir en el combustible para alimentar nuestros logros.

4. Análisis de situación

Después tenemos que reflexionar sobre cada meta. Analizar nuestra situación, nuestro punto de partida. Si quiero empezar a hacer deporte tengo que ser consciente de si tengo lesiones, de mi estado físico, de qué deportes me gusta practicar, de mis horas libres, de mi motivación (si es baja necesitaré un entrenador)… Voy a necesitar más conocimientos de los que tengo ahora?

5. Identifica las áreas de tu vida

Para que nos sea más fácil establecer nuestros objetivos, vamos a dividirlos por categorías. Yo te propongo las siguientes:

• Salud y alimentación
• Deporte y actividad física
• Finanzas
• Educación
• Relación con los demás
• Hogar
• Trabajo
• Relación contigo mismo (desarrollo personal, motivación,  habilidades, espiritualidad, cuidado personal, entretenimiento…)

6. Hazte preguntas clave

• ¿qué te gustaría hacer que todavía no has hecho?
• ¿Qué lugar te encantaría visitar?
• ¿te dedicas aquello que amas?
• ¿Tienes temas por resolver con alguien?
• ¿ves lo suficiente a tu familia?
• ¿eres feliz contigo mismo?
• ¿Hay algo de tu personalidad que te gustaría cambiar?
• ¿Tienes ordenada la casa?
• ¿Haces todos los días algo que te haga ilusión?
• ¿Qué te encantaría aprender?
• ¿Cómo es tu alimentación?
• ¿Tienes un gran proyecto que te gustaría cumplir?
• ¿cual es ese hobby que te encantaría aprender?
• ¿llevas equilibrio en tu vida?

Escribe al menos entre 50 y 100 cosas que quieres lograr a lo largo de tu vida: contribución a la sociedad, empleo entretenimiento, motivación, salud y alimentación, espiritualidad…

7. Establece fechas para tus metas

• Metas anuales. De tus metas de vida, piensa cual puede cumplir en un año, y divídelas en meses. Cada fin de año planificas el siguiente.
• Metas mensuales. De tus metas mensuales, divídelas en semanas. Cada fin de mes, planificas el siguiente
• Metas semanales. De tus metas semanales, divídelas en pasos diarios. Cada fin de semana, planificas la siguiente
• Metas diarias. Piensa en que acciones concretas vas a hacer en tu día para conseguir tus metas. Cada noche planifica el día siguiente.

8. Elabora un plan.

Desglosa los objetivos en actividades y tareas.  En términos de prioridades y de tiempo. Las tareas sin completar, nos provocan sensación de estrés. Tenemos el impulso a la terminación. Cada acto terminado es una fuente de motivación. ¿Cómo os sentís cuando terminas de ordenar vuestra casa? Cuando cumplimos las mentas nos sentimos como un ganador, con  sensación de logro. Por el contrario si no lo terminamos, sentimos que hemos perdido. Si tiendes a posponer una tarea, plantéate si es porque no quieres hacerla realmente, es decir, no es importante ni prioritaria, o por el contrario, la estás posponiendo por miedo al fracaso o cualquier otra resistencia. La mejor solución para resolver al miedo (que es un hábito mental negativo), es enfrentarse a el, es decir, hacerlo.

9. Visualización.

Imagen mental clara de cada meta y visualizar el resultado, como si ya se hubiese logrado. Yo hago este ejercicio antes de acostarme con mis metas de vida a largo plazo,  visualizando mi estilo de vida ideal, en 1 o 5 años, y nada más levantarme con mis objetivos diarios, visualizando el día. El universo entiende de claridad y de enfoque. Aprovechemos sus leyes para conseguir aquello que queremos. Primero trabajaremos a través del pensamiento y de las acciones, y luego comienza la verdadera magia, atrayendo a nuestra vida todo lo que necesitamos (porque por supuesto, viene desde nuestro corazón, y el amor es la energía más poderosa que hay a nivel de atracción)

10. Acepta el fracaso.

Acepta las dificultades, porque detrás de todo hay un aprendizaje, no te rindas nunca, se perseverante, la constancia es la medida de la fe de uno en uno mismo. Cada vez que perseveras tu fe en ti mismo aumenta, y nada puede pararte en el camino hacia tus metas. Investiga, fórmate, estudia a personas de éxito que han logrado lo que quieres. Y sobre todo, tal y como explico en este post, acepta tu vulnerabilidad porque es la mayor fortaleza que tienes.

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