Dolencias crónicas y degenerativas, patologías digestivas, enfermedades autoinmunes, desequilibrios hormonales, estrés, depresión y enfermedades mentales, desórdenes emocionales y desconexión de nuestra esencia y espiritualidad
El medio tóxico en el que vivimos no tiene precedentes, junto con la pérdida de nuestros principios fisiológicos, nos llevan a la enfermedad. Nuestras células enferman por tóxicos y malos hábitos. Nuestros órganos son incapaces de eliminar la cantidad de tóxicos a los que estamos expuestos.