Crudivegano, y ahora… ¿qué hago?

Este post lo escribo para contestar a muchos mails y comentarios que me llegan diariamente de personas que han dado el paso de introducirse en el saludable mundo crudivegano y quieren  hacer una transición a este estilo de alimentación, pero todavía se encuentran perdidos a la hora de qué comer. Os aseguro que después de leer este post, esa sensación de decepeción después de abrir la nevera, y qué sólo se te ocurra preparar la típica ensalada de lechuga y tomate, va a desaparecer.

Antes que nada aclarar que dentro de la alimentación sana y cruda, hay infinidad de opciones. Más fruta, más vegetales, monomidas de un sólo alimento, batidos, deshidratados, licuados… Tendremos que buscar la que mejor se adapte a nosotros y al momento en el que estamos según nuestras condiciones individuales (metabolismo, desgaste físico, enfermedades, estado de toxicidad, necesidades nutricionales específicas, factores emocionales…) Y sobre todo, hacer una transición  adecuada, ya que los cambios demasiado bruscos en la alimentación pueden causar cambios metabólicos, hormonales y un exceso de toxinas en sangre. Tenemos que tener en cuenta que nuestro organismo es como un laboratorio y todo lo que introducimos causa reacciones dentro de él, provocadas por lo que ingerimos y por lo que hay «dentro».

Esta bioindividuaidad hace que no a todos nos siente igual la misma comida, ni a efectos digestivos, nutricionales, energéticos e incluso gustativos. Un tema que me preguntáis mucho son las cantidades. Cada persona necesitará más o menos, según los factores que hemos comentado. Por un lado son importantes las calorías, para conseguir energía, pero lo que realmente es indispensable son los nutrientes. Cuanta más densidad  nutritiva tenga un alimento, menos cantidades será necesaria. Esta es otra de las razones para comer alimentos ecológicos, ya que conservan todos los nutrientes. Y no todo el mundo absorbe los igual, ya que si no tenemos limpios nuestros intestinos la capacidad de estos de absorber nutrientes disminuye. Por eso los ayunos hídricos o a licuados son el complemento ideal para ir dejándo nuestra máquina en perfectas condiciones de higuiene.

Por eso lo que yo os voy a proponer ahora es un menu genérico crudivegano, alto en carbohidratos, para los que os estéis iniciando en una estilo de vida más natural y crudivegano. En mi caso, como bastante más fruta, (de 3 a 4 kilos diarios) y por supuesto pienso que es el alimento perfecto a nivel nutritivo y fisiológico, pero al ser muy depurativo, en muchos casos, es conveniente no introducir demasiada cantidad de golpe para que  no colapsemos nuestros órganos depurativos y por tanto volvamos a reabsorber las toxinas.

Sobre los nutrientes, me hace mucha gracia, porque lo primero que me suele preguntar la gente es: ¿pero de dónde sacas los nutrientes? ¿y las proteínas? Precisamente en el reino vegetal están todas las vitaminas y minerales, y además al tomarlos crudos y ecológicos conservan todas sus propiedades. Sobre las proteínas podríamos escribir un libro entero. Además de que todos los aminoácidos están en los vegetales (frutos secos, semillas, algas, germinados, aguacate…) y son de fácil asimilación, no necesitamos más de un 10-20% como mucho.

Cuando tomamos calorías vacías y tenemos una alimentación baja en nutrientes nadie se preocupa, pero es decir que eres vegano o crudi, y se llevan las manos a la cabeza, jejeje, por suerte, cada vez hay más información sobre este estilo de alimentación y de vida y estamos rompiendo mitos, y creando nuevos paradigmas 🙂

Al levantarnos

Un vaso de agua con limón y una cucharada de hierba de trigo.

Desayuno

Licuado de verduras y una o dos piezas de fruta ácida. De 500 ml a 1 litro como mínimo.

Ejemplos:

–          Remolacha, zanahoria y manzana

–          Hinojo, pepino y naranja

–          Apio, pepino y piña

–          Apio, jengibre y manzana

–          Zanahoria, pepino, piña y menta

En el post ayuno depurativo de licuados tenéis más receteas para elegir.

 

También podéis tomar un batido verde, mínimo un litro. Lo ideal es fruta ácida por ser más depurativa, pero también podéis tomar un  batido con leche vegetal y fruta dulce.

–          Pera, plátano, hojas de apio

–          Mango con lechuga y espirulina

–          Piña con espinaca

–          Naranjas con acelga

–          Melocotones con col kale

–          Plátano, leche de alpiste y algarroba

–          Pátano, leche de cáñamo y maca

En el post sobre los green smoothies podéis ver más combinaciones.

Comida

Plato principal raw. Para hacer la transición más sencilla, podéis sustituir los platos cocinados de toda la vida por sus equivalentes crudos. Muchos me decís que necesitáis «masticar», o platos «salados», así que aquí van unas cuantas opciones.

Ejemplo:

–          Espaguetis de calabacín con salsa de tomate y aceitunas

–          Cous cous de coliflor con salsa de piña al curry

–          Lentejas germinadas crudiveganas

–          Pico de gallo con mango

–          Sushi crudivegano

–          Arroz con tomate crudivegano

–          Hummus de trigo sarraceno activado con crudités

–          Lasaña crudi con láminas de calabacín, nabo y calabaza y rellena de crema de mango

–          Cualquier ensalada de vegetales crudos, hoja verde y fruta

–          Batido con fruta dulce y leche vegetal.

 

Cena

Aquí es donde incorporo frutos secos, semillas, aguacate, leche de coco… es decir los alimentos que contienen grasa. Por eso no se debe mezclar con fruta, a no ser que sea ácida. Normalmente opto por cremas de verduras y/o frutas (1 litro aproximadamente y la preparación batir ingredientes y listo) o ensaladas variadas. Lo ideal es cenar antes de las 8 y así dejar pasar 3 horas antes de acostarnos.

Ejemplo

–          Gazpacho de nectarinas con semillas de chía

–          Crema de calabaza con jengibre y leche de coco

–          Crema de pepino con aguacate y picadillo de verduras

–          Crema de espinacas y almendras

–          Guacamole con endivias

–          Queso crudivegano con crudités (palitos o canapés)

–          Ensalada verde aliñada con crema de nueces

–          Pasta crudi o cualquier ensalada con salsa de frutos secos, semillas o aguacate, y (opcional) alguna fruta ácida. En este post podéis ver más ideas de salsas con grasa

 

Sí, ya sé que lo primero que me vais a preguntar son ¿¿¿PERO DÓNDE ESTÁN LAS RECETAS??? ¿¿¿CUÁNTA CANTIDAD???, tranquilos, que no cunda el pánico!!!

•  Podéis comer todo lo que queráis, excepto de grasa, que habría que limitarla a unos 40-70 g de frutos secos o semillas o 1 aguacate.

• Lo importante no son las recetas, hay miles de páginas donde podéis ver un montón de recetas raw, éstas son sólo un ejemplo. Muchas de ellas están en mi página de Facebook en el apartado de fotos, o en el blog en la categoría recetas. Lo que intento con el post es abriros un mundo de posibilidades que vosotros debéis descubrir. Y así que tengáis las pautas para diseñaros vuestro propio menú. No os lo voy a dar todo hecho ¿no? 😉

• Al principio podéis llenaros rápido, ya que la comida cruda tiene mucha agua y enseguida tendréis hambre. Esto es señal de que hay que aumentar la cantidad. Los platos raw son mucho más grandes (mmmmm ñam ñam), un bol de ensalda entero, batidos con 4-8 piezas de fruta…

• El nivel energético también es buen indicador de si estáis comiendo lo suficiente.

• Aunque no me gusta hablar de calorías, si indicaros que al menos deberían ser 2000 para hombres y 2500 para mujeres, y volviendo a hacer especial énfasis en que las condiciones individuales determinarán dicha cantidad. Podéis utilizar la página cronometer para contabilizar tanto las calorías como los nutrientes de lo que vais comiendo. Al principio es muy útil y se aprende muchísimo, además de servir como diario y por lo tanto elemento de control.

• Los superalimentos son una excelente opción para garantizarnos el aporte nutricional adecuado cuando no podemos comer tanta cantidad, o no podemos comer siempre ecológico. La hierba de trigo, espirulina, chlorella, maca, algarroba, acai… Son algunos de ellos. Mi marca favorita www.mundoarcoiris.com

Para los golosos, también hay un mundo de postres crudiveganos para relamerse hasta la eternidad. Con la fruta ya no tenemos que temer a los antojos, ya que sus carbohidratos simples nos van a saciar, pero a los que os guste algo más elaborado os invito a que descubráis las infinitas posibilidades de helados, natillas, tartas, deshidratados… Eso sí! Cuidado con ciertas bombas en las que se mezclan muchos frutos secos, cacao, frutas, manteca de cacao o aceites… Daros el capricho pero que no sea vuestra base, ya que son altos en grasa y con alimentos mal combinados.  El tema de las combinaciones también es indispensable para absorber bien los nutrientes y evitar tóxicos innecesarios.

Así que resumiendo:

– Licuados o batidos de fruta ácida por la mañana.

– Para comer una buena ensalada o plato principal de vegetales crudos variados acompañados de fruta o germinados, o algún cereal activado como trigo sarraceno. También  podéis incluir algún cocinado saludable como cereal sin gluten (mijo, quinoa, amaranto, trigo sarraceno) o legumbre (excepto la soja).

– Tomad hoja verde a diario, cuanta más cantidad mejor.

– Para cenar frutos secos, semillas o aguacate, (poca cantidad), con una ensalada variada, crema de verduras,  vegetales en tiras o el formato que más os guste, con (opcional) fruta ácida.

Insisto que esto es sólo un ejemplo y que ahora sois vosotros los que tenéis la tarea de seguir investigando, probando, experimentando, crucinando y sobre todo  disFRUTAndo. Cada uno somos un pequeño universo que nos tenemos que ir descubriendo cada día. Gracias por dejarme compartir el mío con vosotros. <3